El tartar de salmón es un plato fresco y delicado que combina sabores marinos y suaves. El salmón, cortado en pequeños trozos, se presenta sobre un lecho de alga wakame, que aporta una textura ligeramente crujiente y un toque salado. El sésamo negro añade un contraste visual y un sabor tostado, mientras que el aguacate aporta cremosidad y frescura al conjunto. La suavidad del yogur complementa la textura, mientras que la salsa de ostra utilizada como aliño, brinda una capa de umami que potencia los sabores marinos. Todo esto crea una experiencia equilibrada y refrescante.


El tartar de salmón es una variación moderna del tartar clásico, que originalmente se hacía con carne cruda, especialmente de res. Este tipo de preparación tiene sus raíces en la cocina francesa, donde se solía servir carne cruda finamente picada o triturada, generalmente acompañada de cebolla, alcaparras, huevo y condimentos.
Sin embargo, el tartar de salmón ha ganado popularidad debido a la tendencia creciente de incorporar pescados frescos y crudos en la gastronomía, especialmente en la cocina japonesa. El salmón, en particular, se ha convertido en un ingrediente estrella debido a su textura suave y sabor delicado.
El uso de ingredientes como el alga wakame y el sésamo negro refleja una fusión con la cocina asiática, especialmente la japonesa. El aguacate, un ingrediente común en la gastronomía de América Latina, también ha sido incorporado por su cremosidad y su capacidad para equilibrar sabores. La salsa de ostra se utiliza en la cocina asiática para aportar un toque de umami, y su inclusión en el tartar de salmón ayuda a resaltar los sabores del pescado.
Este plato, que combina técnicas e ingredientes de diversas culturas, refleja la tendencia global hacia la cocina de fusión, donde se mezclan influencias de diferentes tradiciones culinarias para crear platos innovadores y sabrosos. El tartar de salmón es apreciado tanto por su frescura como por su complejidad en sabores y texturas.